Adiós, rinoceronte

El rinoceronte y el unicornio podrían tener algo más en común que su codiciado cuerno. Ambos podrían existir únicamente en las leyendas. Oficialmente, se ha extinguido el rinoceronte negro de África occidental (Diceros bicornis longipes) y el mismo destino le espera a las demás especies de rinoceronte si no se toman medidas para prevenirlo.

El rinoceronte negro occidental fue visto por última vez en 2006. Ahora, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declara con seguridad que ha desaparecido. A menos que ocurra un improbable avance genético, la especie nunca más estará entre nosotros.

A principios del siglo XX, el rinoceronte negro occidental fue ampliamente cazado. Gracias al esfuerzo de los conservacionistas, en 1930 el número de su población comenzó a elevarse, sin embargo, el declive en las campañas para su protección llevo a un declive en sus números. En 2004, únicamente quedaban 10 especimenes conocidos. En 2011, fue declarado extinto por la UICN.

Con la desaparición del rinoceronte negro occidental, únicamente restan 3 subespecie africanas; el rinoceronte negro del centro-sur de África (D.b. minor), el rinoceronte negro del suroeste (B.d. bicornis) y el rinoceronte negro del este (D.b. michaeli), todas ellas en peligro de extinción. Actualmente, se estima que viven 4 mil rinocerontes negros, distribuidos en Sudáfrica (donde radica casi el 40%), Namibia, Zimbabwe y Kenya.

De acuerdo a la UICN, el rinoceronte blanco y el rinoceronte de Java se encuentran al borde de la extinción. La desaparición del rinoceronte negro occidental debe servir como una llamada de atención para implementar las medidas necesarias para proteger a las demás especies.

¿Cómo ayudar? No apoyando la venta de productos de rinoceronte. El comercio ilegal de cuernos es una de las amenazas más grandes hacia este animal. En caso de encontrar estos productos, se debe alertar a las autoridades competentes. Además, existen varias organizaciones como WWF a las que se puede donar.